Grado de Maestro de Educación Infantil

miércoles, 17 de octubre de 2012

Recitación de un poema


Hoy en clase ha salido la tarea de buscar un poema y recitarlo, el elegido entre una gran variedad de poemas ha sido el de Federico García Lorca La mariposa:
Mariposa del aire
¡que hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
Quédate ahí.
Mariposa ¿estás ahí?


Una vez seleccionado el poema, ha llegado la hora de indicar las pautas de enseñarlo en clase para que se lo aprendiesen los niños. Entre las claves que han salido y otras que nos hemos imaginado:
  1. -       La profesora leería el poema para que los niños lo escuchasen.
  2. -     La profesora leería un verso, y seguidamente los niños lo tendrían que repetir hasta acabar el poema. Al principio sin ninguna entonación ni énfasis, únicamente para que se enterasen de qué iba el poema y según como fuese la actividad se pasaría al siguiente nivel que sería el de entonar, poner más énfasis en algunos versos…
  3. -     La profesora leería parte de un verso, y los alumnos lo acabarían así sucesivamente hasta acabar el poema.
  4. -       En varios grupos, cada uno le correspondería un determinado grupo de versos, y lo tendrían que citar cuando les tocase. Con esta clave se puede jugar bastante, ya que por ejemplo el primer grupo puede recitarlo gritando y el segundo suave. También se podrían combinar los dos grupos en algunos versos para recitarlos todos juntos. Al igual que en la otra clave primero nos encargaríamos de que los niños se diesen cuenta de cómo se recita el poema y luego nos encargaríamos en que enfatizasen algún verso, y trabajasen más la entonación, incluso una vez trabajada bien la entonación nos podríamos hacer a la idea de que tenemos la mariposa delante y se lo estamos diciendo.
  5. -       Otra idea es la de representarla mediante gestos y como hemos dicho antes pensando que tenemos delante la mariposa y le hacemos gestos para que se vaya o haga una u otra cosa.
  6. -      Una idea que se nos ha ocurrido es la de recitar un poema en lugar de con la entonación de poema como si fuese una canción, para que a los niños se les quedase más rápido.
               

Una vez aprendido el poema trabajado durante 3-4 días podríamos hacer que los niños dibujasen a la mariposa o una imagen que les viene a ellos a la cabeza cuando escuchan dicho poema.
Otra idea que se nos ha ocurrido sería la de representar el poema con imágenes, es decir en donde pone mariposa poner el dibujo de este insecto, en donde pone aire, un remolino de aire, en el candil, la imagen de dicho objeto… para que funcionasen como bits de inteligencia y que podríamos repasarlos también al acabar el tema del poema. 
Finalmente os proponemos que nombréis más claves para poder trabajar en clase a la hora del aprendizaje junto con los niños o tras finalizar la tarea. 

Publicado por: Guillermo Santafé, Laura Fernández, Laura Tarrés, Laia Rando, Sara Martí y Arantxa Ureea

1 comentario:

  1. “LA NORIA”, Antonio Machado
    Durante una sesión de la semana pasada propusimos, entre todos los componentes de la clase, diversos poemas que nos llamaban la atención por un motivo u otro.
    Finalmente, tras exponerlos, decidimos escoger uno creado por Federico García Lorca “Mariposa del aire”, el cual tiene una entrada propia en este blog.
    Visto que el resultado de la sesión no fue lo más fructífero posible, me predispongo a mostrar otro poema y a dar mis razones por las cuales he decidido escogerlo.
    Este poema fue creado por Antonio Machado y se titula “La noria”.

    La tarde caía
    triste y polvorienta.
    El agua cantaba
    su copla plebeya
    en los cangilones
    de la noria lenta.
    Soñaba la mula
    ¡pobre mula vieja!,
    al compás de sombra
    que en el agua suena.
    La tarde caía
    triste y polvorienta.
    Yo no sé qué noble,
    divino poeta,
    unió a la amargura
    de la eterna rueda
    la dulce armonía
    del agua que sueña,
    y vendó tus ojos,
    ¡pobre mula vieja!...
    Mas sé que fue un noble,
    divino poeta,
    corazón maduro
    de sombra y de ciencia.

    Como todos sabéis, Antonio Machado fue una de las celebridades literarias alrededor de la época de 1900.
    En mi opinión, lo que le hace especial a este autor, es la gran habilidad para crear extraordinarias metáforas en todas sus obras y, considero, que es necesario que esté presente en todas las mentes de las posteriores generaciones.
    Este poema, en concreto, hace alusión a la monotonía y al paso del tiempo, el cual se refleja a través del elemento del agua, ya que va corriendo como el transcurso de ésta.
    Además, la noria se refiere a la propia existencia de los seres humanos y simboliza el eterno movimiento que no lleva a ninguna parte.
    Al comienzo de este poema, en los dos primeros versos, Antonio Machado quería expresar su estado de ánimo nostálgico por la época en la que se encontraba.
    En este poema, muestra un pesimismo extremo ante la existencia y la vida misma.
    En otros poemas, es Machado el que no encuentra sentido a su propia existencia y parece bucear en sus recuerdos.
    Aquí, Machado parece querer decir que la existencia es así: como una noria, lenta y monótona, para la cual cada día es como fue el anterior y como será el siguiente.

    Patricia Sánchez Sanz

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