En clase se nos propuso hacer una dramatización con los
dedos de nuestras manos, yo he propuesto la siguiente:
"Esta es la historia de Jorge, un
niño de 4 años, que era juguetón y travieso. Junto con él estaba su hermana con
12 años que ya era una niña muy presumida. Un día muy lluvioso vino a buscarlos
su abuelo Juan, que ya no trabajaba desde hace muchos años.
- Buenas tardes, ¿qué tal os ha ido el día?- dijo
Juan.
- Muy bien- respondió Jorge.
- Mal – contestó con mala cara su hermana- una
niña me ha tirado del pelo y me ha movido la coleta de sitio, y al hacérmela no
me ha quedado igual que como me la había hecho mamá por la mañana.
Su abuelo, sin darle mucha
importancia al asunto, sacó de la mochila de los niños sus respectivas
meriendas y se las dio para que disfrutasen del gran bocata que les había
preparado su madre por la mañana, de pan untado con nocilla.
- - ¡Venga, vamos para casa que tengo una sorpresa
para vosotros que os va a gustar muchísimo!- les dijo el abuelo mientras les desenvolvía los bocatas a los
niños.
- - ¿Y qué es abuelo?- preguntaba una y otra vez
Jorge.
- - Me da igual, yo no quiero ninguna sorpresa con
el pelo que llevo- respondía enfadada la hermana de Jorge.
Al llegar a casa, Juan abrió la
puerta. Cuando los niños entraron al comedor se llevaron una grata sorpresa:
- - ¡Papá!- gritaron los dos niños al unísono-
¡Teníamos muchas ganas de verte!
Y así era, el padre de los niños
estaba sentado en el sofá junto con su madre, y era de esperar que los niños se
llevasen esa sorpresa, si contamos que el padre llevaba 5 días en el
extranjero.
Como propone Rodari, se pueden cambiar el final de las historias de los cuentos, por lo que llevándolo a esta breve historia ¿lo modificaríais para que tuviese otro final?
Publicado por: Guillermo Santafé López
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