Esta semana hemos recreado historias a partir del "binomio fantástico" de Rodari. Hemos partido de la oralidad para trazar un puente hacia la escritura.
Os animo a compartir vuestros relatos y/o vuestras primeras frases.
binomio fantastico de Rodari, fantástica técnica de creación literaria desarrollada por Gianni Rodari en su libro “Gramática de la Fantasía”. El mejor detonante para crear una historia a partir de dos sustantivos unidos por una preposicion que, no tienen nada en común los sustantivos. Un ejemplo: PERRO SOBRE EL ARMARIO Hace tiempo me compre un perro, no era un perro normal, era un perro que le gustaba dormir sobre el armario de la tele. Un día decidí cambiar los muebles de la casa y el perro se puso el armario de la televisión sobre su lomo y lo enterró en el jardín por miedo a que se lo quitaran... Olga Sentinella
El binomio fantástico, es una estrategia propuesta por Rodari. Consiste en hacer una pequeña historia/micro- relato entre dos palabras, que no tiene que porque tener relación entre ellas. Por ejemplo: COCHE-GATO El gato negro que andaba por la calla de mi barrio todos los días a la hora de comer , fue atropellado por el coche gris de mi vecino Juan. Desde entonces, ya no pudimos ver a aquel gato.
El binomio fantástico de Rodari consiste en unir dos sustantivos que no tengan anda en común y a partir de ahí, escribir un micro-relato.
PERRO-AVIÓN Había una vez un perro que nunca había volado, quería volar junto a su dueño, en sección pasajero. Por mucho que luchó, el perro no lo consiguió, y el pobre perrito, en el maletero del avión voló.
La palabra actúa solo cuando encuentra una segunda que le provoca, le obliga a salir de las vías de la rutina, a descubrir nuevas capacidades de significado.
PERRO - SOMBRERO
- El perro dentro del sombrero. Había una vez Un perro que tenia mucho frío porque vivía en la calle. Tenía muchas ganas de meterse en un sombrero.
- Un perro con sombrero. Había una vez un perro que iba por la calle y se encontró un sombrero. Pensó si se lo iba a quedar o no. Al final lo cogió y se lo puso en la cabeza. Pero vio que el sombrero le iba grande y que su sombrero llevaba aún la etiqueta. Fue a la tienda de sombreros y lo cambió por uno de su talla.
El binomio fantástico consiste en unir dos palabras cuyos significados son tan distantes que al unirlos se produce una "chispa". Cabe destacar que estas palabras no son son tomadas en su significado cotidiano, sino que las liberamos de las cadenas verbales de que forman parte habitualmente y su unión lleva a un extrañamiento que hace que entre en el mundo de lo posible. Así, se encuentran en mejor situación para generar una historia fantástica.
GATO-ALFOMBRA: El gato debajo de la alfombra. Había una vez un gato que vivía en una bonita casa con una maravillosa familia que lo cuidaba muy bien. Pero, un día, cuando estaba solo en casa esperando a que sus dueños llegaran para comer, oyó un sonido extraño procedente del exterior de la casa y, al asomarse por la ventana, vio una sombra grande, que no le resultaba nada familiar. Asustado, el gato corrió y corrió por la casa buscando un buen escondite donde protegerse. Finalmente, se metió debajo de la alfombra del salón. Aterrorizado, escucho como unos pasos se acercaban a su posición y, de repente, alguien levantó la alfombra. El gato levantó para ver quién era y... No vio nada porque justo se despertó de esa horrible pesadilla.
BINOMIO FANTÁSTICO: Patata-Dinosaurio Hace ya un tiempo, Bolo, el dinosaurio más glotón de la isla, acabó con toda la comida del lugar. Sus amigos y el resto de habitantes se enfadaron mucho porque ahora tenían que emigrar para poder comer. Bolo, muy triste, buscó y buscó por todos los lados: debajo de las piedras, dentro de los árboles, encima de las montañas, flotando con las nubes...Encontró una patata, vieja y sucia. No habría tiempo de hambre.
PREFIJO ARBITRARIO: Anti-Cuadro Todas las mañanas cogía un pincel de pelo grueso y dibagaba sobre lo que iba a pintar. Colocaba un marco en la pared de casa y me dejaba llevar. Elegía la perspectiva más colorida y me ponía a pintar un anticuadro, es decir, pintar al aire, sin lienzo, sólo dejar la mente en blanco e imaginar por un rato, por unas horas, descansando del mundo exterior.
binomio fantastico de Rodari, fantástica técnica de creación literaria desarrollada por Gianni Rodari en su libro “Gramática de la Fantasía”. El mejor detonante para crear una historia a partir de dos sustantivos unidos por una preposicion que, no tienen nada en común los sustantivos.
ResponderEliminarUn ejemplo:
PERRO SOBRE EL ARMARIO
Hace tiempo me compre un perro, no era un perro normal, era un perro que le gustaba dormir sobre el armario de la tele.
Un día decidí cambiar los muebles de la casa y el perro se puso el armario de la televisión sobre su lomo y lo enterró en el jardín por miedo a que se lo quitaran...
Olga Sentinella
MARINA LÓPEZ
ResponderEliminarEl binomio fantástico, es una estrategia propuesta por Rodari. Consiste en hacer una pequeña historia/micro- relato entre dos palabras, que no tiene que porque tener relación entre ellas.
Por ejemplo:
COCHE-GATO
El gato negro que andaba por la calla de mi barrio todos los días a la hora de comer , fue atropellado por el coche gris de mi vecino Juan. Desde entonces, ya no pudimos ver a aquel gato.
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ResponderEliminarEl binomio fantástico de Rodari consiste en unir dos sustantivos que no tengan anda en común y a partir de ahí, escribir un micro-relato.
ResponderEliminarPERRO-AVIÓN
Había una vez un perro que nunca había volado, quería volar junto a su dueño, en sección pasajero.
Por mucho que luchó, el perro no lo consiguió, y el pobre perrito, en el maletero del avión voló.
EL BINOMIO FANTÁSTICO
ResponderEliminarLa palabra actúa solo cuando encuentra una segunda que le provoca, le obliga a salir de las vías de la rutina, a descubrir nuevas capacidades de significado.
PERRO - SOMBRERO
- El perro dentro del sombrero.
Había una vez Un perro que tenia mucho frío porque vivía en la calle. Tenía muchas ganas de meterse en un sombrero.
- Un perro con sombrero.
Había una vez un perro que iba por la calle y se encontró un sombrero. Pensó si se lo iba a quedar o no. Al final lo cogió y se lo puso en la cabeza. Pero vio que el sombrero le iba grande y que su sombrero llevaba aún la etiqueta. Fue a la tienda de sombreros y lo cambió por uno de su talla.
El binomio fantástico consiste en unir dos palabras cuyos significados son tan distantes que al unirlos se produce una "chispa". Cabe destacar que estas palabras no son son tomadas en su significado cotidiano, sino que las liberamos de las cadenas verbales de que forman parte habitualmente y su unión lleva a un extrañamiento que hace que entre en el mundo de lo posible. Así, se encuentran en mejor situación para generar una historia fantástica.
ResponderEliminarGATO-ALFOMBRA: El gato debajo de la alfombra.
Había una vez un gato que vivía en una bonita casa con una maravillosa familia que lo cuidaba muy bien. Pero, un día, cuando estaba solo en casa esperando a que sus dueños llegaran para comer, oyó un sonido extraño procedente del exterior de la casa y, al asomarse por la ventana, vio una sombra grande, que no le resultaba nada familiar. Asustado, el gato corrió y corrió por la casa buscando un buen escondite donde protegerse. Finalmente, se metió debajo de la alfombra del salón. Aterrorizado, escucho como unos pasos se acercaban a su posición y, de repente, alguien levantó la alfombra. El gato levantó para ver quién era y...
No vio nada porque justo se despertó de esa horrible pesadilla.
BINOMIO FANTÁSTICO: Patata-Dinosaurio
ResponderEliminarHace ya un tiempo, Bolo, el dinosaurio más glotón de la isla, acabó
con toda la comida del lugar. Sus amigos y el resto de habitantes se
enfadaron mucho porque ahora tenían que emigrar para poder comer.
Bolo, muy triste, buscó y buscó por todos los lados: debajo de las
piedras, dentro de los árboles, encima de las montañas, flotando con
las nubes...Encontró una patata, vieja y sucia. No habría tiempo de
hambre.
PREFIJO ARBITRARIO: Anti-Cuadro
Todas las mañanas cogía un pincel de pelo grueso y dibagaba sobre lo
que iba a pintar. Colocaba un marco en la pared de casa y me dejaba
llevar. Elegía la perspectiva más colorida y me ponía a pintar un
anticuadro, es decir, pintar al aire, sin lienzo, sólo dejar la mente
en blanco e imaginar por un rato, por unas horas, descansando del
mundo exterior.